lunes, 1 de noviembre de 2010

¿En que orden va cada cosa?

El tema de los residuos en Kibera se erige en el gran problema a la hora de plantear cualquier solución proyectual en ella.

La pregunta que se hace cualquier experto, ya sean arquitectos, médicos, urbanistas, políticos, ONGs, es recurrente. ¿cuál es el flanco por el que se debe atacar la problemática?
Algunos pensamos que a través de la arquitectura podemos establecer unos mecanismos de organización más o menos reiterativos que den respuesta por si mismos y conjuntamente a estas cuestiones; unos sistemas arquitectónicos que mejoren las infraestructuras, el saneamiento público, sistemas que permitan a los habitantes de Kibera auto organizarse a partir de un principio básico, que es el de una vivienda digna...
Por tanto el orden de los factores, no altera el producto; ha de tratarse el problema desde la gran escala (analizando concienzudamente los flujos de personas, para mejorar los canales de comunicación que empleen), y por supuesto desde la pequeña escala (recogida de basura, dónde hacer las deposiciones...)
La auto organización antes mencionada alcanza niveles insospechados aparentemente; a diferencia de otras regiones de África el hambre no es el problema principal, punto de partida positivo para acometer una solución.

Nos encontramos ante un problema global, ya que también se ha de tener en cuenta factores sociales, ya que en Kibera conviven diferentes etnias y además Kibera "no ha de ser una isla" en el futuro; tiene que ser parte integrante por derecho propio de Nairobi.
El concepto de "borde" ha de disiparse para que la organización cuasi fractal (de la que habla Marta Pastor en su artículo), se fractalice en el sentido opuesto y no solo hacia lo más pequeño, con los problemas de salubridad que conlleva.

Por tanto el objeto de análisis y posterior representación en mapas pasa por analizar los ritmos de crecimiento de la basura en consonancia con los flujos humanos que tienen lugar en Kibera



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